Sunday

El cumpleaños como kairos (mío, tuyo, de cada uno)


Historia y hermenéutica
by José Luis Villacañas y Faustino Oncina
Barcelona: Paidós, 1997

Reviewed by María G. Navarro

La publicación de Historia y hermenéutica representa, temática y estructuralmente, una nueva invitación al diálogo. Con ocasión del octogésimo cumpleaños de Hans-George Gadamer, el metodólogo de la historia Reinhart Koselleck ofreció la conferencia 'Histórica y hermenéutica' el horizonte de la pregunta que encierra la conferencia fue abierto por Gadamer con su tentativa de respuesta 'Histórica y lenguaje'. Con todo, la descripción de un libro que invita a una lectura estructuralmente dialogal es incompleta si no se muestra, al menos sintetizadamente, el tema del diálogo...
En su conferencia Koselleck aborda cuál es la relación espistemológica entre Histórica —la doctrina de las condiciones de posibilidad de las historias efectuales asimiladas comprensivamente— y la hermenéutica. Koselleck sostiene que el estatus epistemológico de la Histórica la hace irreductible a un caso de hermenéutica; a fin de fundamentar esta tesis, Koselleck ofrece una definición de una teoría de la historia o Histórica y describe aquellas condiciones de posibilidad de las historias, considerando que, en conjunto, tales consideraciones revelarían una prelingüística categoría trascendental de posibles historias.
La tesis de Koselleck oculta una particular definición de la historia de los conceptos y de su naturaleza; en efecto, la naturaleza del concepto, como indicio y como factor de la experiencia histórica, permite a Koselleck utilizar la historia conceptual como un procedimiento auxiliar para la investigación histórica. Las estructuras en las que Koselleck piensa —los a priori de la racionalidad histórica que llegarían a hacer posible la previsibilidad de la acción social— devienen en estructuras conceptuales que el historiador utilizaría para un proyecto de la Histórica. Sin embargo, ¿es el contenido de esos conceptos el mismo que actúa sobre los hombres del pasado? Y aún cuando se rastrease la historia de los conceptos a través del tiempo, ¿pueden ellos mismos determinar y describir las condiciones de posibilidad de la historia? E independientemente de cuál fuera la respuesta a esa pregunta, ¿podría dejar de tenerse a la Histórica como una teoría al margen de todo proceder hermenéutico?
Tal y como él mismo manifiesta, su argumentación está construida en base a las interpretaciones, confrontadas, de dos lecturas: Ser y Tiempo y Verdad y Método.
Koselleck supone la interpretabilidad antropológica de aquellas determinaciones de la finitud de la existencia en la obra de Heidegger que “han quedado obsoletas” —“precursar la muerte”, “amigo-enemigo”, “ser-en-el-mundo”, “estar arrojado”—, pero de cuya reelaboración y actualización podrían derivarse —más allá de la heideggeriana categoría de la historicidad del Dasein, que no hace suficientemente descriptibles historias concretas— las categorías trascendentales que nombran la posibilidad de historias.
En la segunda parte de su esbozo argumentativo, que provocó la respuesta de Gadamer, Koselleck apunta, de manera determinante, hacia la categoría de lingüisticidad: ella posibilita efectivamente una doctrina de la comprensión como hermenéutica con dimensión histórico-ontológica. Sin embargo, la Histórica trasciende de las fuentes históricas y de la propia lingüisticidad en la medida en que busca no los sucesos, sino sus prelingüísticos y extralingüísticos marcos estructurales. Incluso frente a la inevitable mención lingüística que hace trasmisible a la Histórica, teóricamente, sus determinaciones categoriales acreditan su “propio valor autónomo”, ya que, desde un punto de vista metodológico, la Histórica no es meramente ni estrictamente una teoría ligada filológicamente a un texto.
Y sin embargo, responde Gadamer, porque el fundamento de la civilización humana está cifrado en la constitución lingüística de los hombres “en todo conocimiento histórico anida un comprender” y el particular texto de una Histórica se formula lingüísticamente. Si se considera la hermenéutica tal y como la concibió Schleiermacher, como “una comprensión investigando”, entonces ésta abarcaría de raíz el proyecto de la Histórica, en la medida también en que incluso las categorías trascendentales o las condiciones de posibilidad de historias se formulan lingüísticamente, desde la conceptualidad de una época. Entonces el proyecto de una Histórica no puede obviar metodológicamente la “transformación que les acontece a los conceptos del pasado cuando intentamos pensar en ellos”.

1 comment:

Unknown said...

Hace algunos meses descubrí el blog de David Teira http://mobilibus.blogspot.com.es/

Es un blog repleto de reseñas escritas en inglés, español y francés con comentarios, críticas, objeciones, controversias, etc. Un trabajo que me pareció no sólo admirable sino en cierto modo insólito.

Siempre he pensando que las recensiones son un tipo de texto interesante, que ayuda a la lectura personal y en el que es bueno ejercitarse con independencia de si se valora o no curricularmente en nuestros días. Las recensiones contribuyen a dar noticia de obras de autores a los que se llega por algún motivo.

Así que, como esa página web me pareció una buena idea, me quise poner yo misma a diseñar un blog con algunas de las recensiones que he ido escribiendo con el tiempo.

¡Vaya lío fue al principio diseñar entradas con las barras de tareas! Esta misma fuente, por ejemplo, me resulta excesivamente pequeña; pero no tengo modo de desentrañar a google el misterio de la ampliación de la fuente para comentarios que, como este, se despliegan debajo de las entradas principales.

Esta reseña, publicada en la revista de la Universidad Complutense de Madrid, Anales del Seminario de Metafísica (a día de hoy, LOGOS), fue la primera que escribí gracias a la filósofa española Teresa Oñate que me dio a conocer la obra del filósofo alemán, Gadamer, pero también la de nuestros colegas José Luis Villacañas y Faustino Oncina.